Para comprender cuándo hay que regar, es suficiente con tocar la tierra por arriba. Por otra parte, las plantas requieren mucho más agua durante la salida del sol, ya que se pone en marcha su actividad metabólica en el momento en que el sol comienza a calentar. La necesidad de vitaminas y nutrientes para ponerse en marcha es mucho mayor a estas horas, por lo que si proveemos las plantas a primera hora podrán efectuar sus actividades con mayor desempeño.
De buena mañana, las plantas aceptarán de buen gusto un óptimo chorro de agua, que habrán podido drenar antes de que haya una mayor exposición solar. En verano, con regar las plantas 2 o tres veces a la semana es mucho más que suficiente. Aunque no lo creas, es mejor realizar riegos menos usuales y no en demasía, pero que cuando lo hagamos lo hagamos en cantidad. Es decir, regarlas poco pero bien, y no frecuentemente pero de manera escasa. Si está seca, va a haber que regarla abundantemente hasta el momento en que el agua salga por los orificios de drenaje del contenedor.
Precaución Con Las Flores
De ese modo, las raíces podrán absorber el agua antes que les dé el sol y vuelva a comenzar el desarrollo de evaporación. Por este motivo, un buen drenaje es un seguro de vida, pues, aunque nos pasemos, el agua sobrante saldrá de la maceta. Es habitual proceder a un vivero y comprobar que, incluso plantas que, en teoría, no precisan mucha agua -y que tú tienes prácticamente fallecidas de sed por miedo a pasarte-, tienen el sustrato húmedo. Marco justifica esto gracias al precaución períodico y profesional de los centros, que administran que las macetas “siempre tengan algo de humedad, la justa para que estén frescas y lozanas”, pero, sobre todo, a la tierra.
Marco nos informa de que las flores se tienen la posibilidad de estropear con el agua, así que, si regamos una planta que las tiene, lo destacado es dejar caer el agua directamente sobre el sustrato. “Si no hay flores, puedes regar desde arriba y mojar la parte aérea de la planta”, aclara. En el caso de las plantas, ya sean plantadas directamente sobre el suelo o en maceta, deberán regarse sobre la base de manera directa, a fin de que el agua penetre mejor. También, se aconseja cubrir la tierra con graba o corteza de pino para sostener la humedad durante mucho más tiempo. Si no puedes regar tus plantas de buena mañana, la segunda mejor opción es hacerlo a la tarde-noche. Eso sí, debes saber que el suelo continuará durante más tiempo húmedo debido al fresco y al rocío de la noche, lo que puede beneficiar la aparición de hongos.
La continuidad, la cantidad y la manera de riego varía según las necesidades de cada planta. Pero además, considera que el agua es un bien finito, por lo que es aconsejable tener un óptimo sistema de riego que gaste únicamente el agua que lleve a cabo falta. Es verdad que hay que invertir en su instalación, pero lo amortizarás en poco tiempo. Si los bordes de las hojas amarillean o ves los pétalos de sus flores secarse prematuramente, es probable que la planta necesite de un mayor aporte de agua o bien, que necesite mucho más sombra.
En Verano, ¿a Qué Hora Riego Las Plantas?
Aun aunque lo hagas durante la noche, aunque no se genere el efecto lupa, si las hojas están mojadas todoa la noche, puede favorece la aparición de moho y enfermar a la planta. Enviar comentarioHe leído y acepto la política de privacidadRed Link To Media junta los datos personales solo para uso interno. En ningún caso, tus datos serán transferidos a terceros sin tu autorización. Salvo las especies mucho más resistentes a la sequía, la mayoría de plantas deben ser regadas cuando la capa superficial del sustrato hace aparición seca y rompible. Por poner un ejemplo, si en invierno tus camomilas precisaban ser regadas cada 15 días, con la llegada de los meses calurosos es seguramente precisarán de sobra agua. La mayoría de plantas pasan los meses fríos en un estado vegetativo en que precisan de mucha menos humedad y nutrientes, pero este desarrollo se invierte en los meses de primavera y verano.
Siempre y en todo momento hay que regar echando el agua al lado del leño o del tallo para que no se queme. No obstante, si hablamos de plantas muy grandes o frondosas, lo idóneo es poner un plato con agua para regarlas por debajo. El más habitual de ellos, en especial entre los menos expertos en la jardinería y horticultura, es el regar en demasía. Como ahora hemos dicho, hay señales para ver cuándo una planta se está regando demasiado y hay que meditar que encharcar su maceta difícilmente le va a hacer ningún bien. Las plantas estan sembradas en el suelo, no en macetas, y es frente al mar, hay viento y sol incesante, siempre veo la superfiie oscura de humedad, no seca.
Las horas en las que hay mayor exposición solar no son buenas para abastecer de nutrientes a nuestras plantas. Considera que, gracias a la insolación, el agua se evapora más de forma rápida, lo que hace que la planta no reciba todo el alimento preciso para mantenerse sana y fuerte. Otro fallo común es procurar regar las plantas en vacaciones a base de encharcarlas antes de irse.
Si bien es verdad que vamos a deber regar las plantas en verano más que en invierno, jamás vamos a deber cometer el fallo de encharcarlas, pensando que precisan mayores cantidades de agua por el calor. El abuso de agua tan solo va a llevar a que se pudran las raíces y, por lo tanto, la planta muera. Por estos y otros motivos, la mejor hora determinada para regar la mayoría de plantas y, más que nada, el césped de nuestro jardín, es al amanecer.
Las plantas que exigen un riego de esta clase son ciertas suculentas y las plantas que almacenan nutrientes y reservan agua en sus raíces (bulbos, rizomas, tubérculos, raíces tuberosas). En un caso así, lo habitual es regarlas 2 o 3 veces a la semana en verano y una vez cada diez días en invierno. En la situacion de las plantas de exterior, la necesidad de agua tiende a acrecentar, ya que al aire libre acostumbra haber mucho más evaporación. “Vivo en el Mediterráneo, conque, en pleno verano, mi jardín , incluidas las macetas, precisa un riego períodico. Pero en climas mucho más suaves, puede que un par de ocasiones por semana baste”, afirma. “Yo suelo explotar el día de limpieza para revisar mis macetas, sacar flores marchitas u hojas secas y regar”, cuenta.
Por último, existe otra técnica llamada riego por inmersión, que consiste en introducir la planta, con su maceta, en un envase con agua y mantenerla sumergida hasta que dejen de salir burbujas. De esta regla general, eso sí, se liberan las especies yermas, aunque las tengamos dentro. “Existe quien procura cultivar sustanciosas dentro de casa, por el hecho de que están muy de moda, y digo \’procura\’ porque la experiencia me afirma que no funcionan bien como plantas de interior”, enseña la experta. Por otro lado, abastecer las plantas de agua a lo largo de la noche no es bastante aconsejable, ya que no la van a aprovechar.
Si se encuentra en una habitación seca y calurosa, va a haber que regarla con mucho más frecuencia o de forma mucho más abundante. Si están en una zona fría y sombría no necesitarán tanta agua. Para finalizar, intenta regar siempre y en todo momento con agua del tiempo y jura hacerlo evitando remojar las flores y la incidencia directa del sol. Un riego moderado significa remojar el sustrato sin llegar a empaparlo completamente.
No es lo mismo regar una planta que está expuesta al sol en el jardín que una planta que crece en maceta. Sucede que si a los macetones les da bastante el sol de mediodía, las plantas pierden cantidad considerable de agua mediante las hojas, y la tierra se seca de manera rápida. Es cierto que ciertas especies ciertas, en las que es conveniente sostener la humedad distanciada de la parte de arriba de la planta, se favorecen de este sistema. Pero en otras ocurre justamente al revés, y las raíces son especialmente sensibles a la humedad. No practiques esta forma de riego por inmersión sin informarte antes de si a esa planta en concreto le resulta conveniente.
Eso solo debilitará a la planta mientras que el exceso de humedad le dure, para dejarla después sensible a la sequía una vez el agua se evapore. Lo mejor que puede hacerse en estos casos es emplear sistemas de riego casero por goteo, como los que tienen la posibilidad de hacerse con un simple recipiente de agua y varios cordones. Meditar que, porque sea verano y haga mucho más calor, las plantas precisan mayores proporciones de agua es un craso fallo. Abusar del agua solo va a hacer que la tierra se encharque, desarrolle hongos, sus raíces se pudran y también, incluso, la planta muera. Es por este motivo que se haya probado que la mejor hora para regar -la mayoría de- las plantas o el césped de nuestro jardín sea al amanecer. La razón de esta frecuencia es que dentro acostumbramos a tener “especies tropicales, que medran mejor a la sombra y precisan algo de humedad constante”.