Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez - Moguer, Huelva

Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez

La Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez es un lugar de interés histórico y fundación dedicada a la investigación y difusión de la obra del poeta español Juan Ramón Jiménez, premio Nobel de Literatura en 1956. Situada en Moguer, Huelva, España, esta casa museo ofrece una ventana única al mundo creativo y personal de uno de los mayores exponentes de la literatura española del siglo XX.

Ubicación: La Casa Museo se encuentra en la calle Juan Ramón Jiménez número 10, 21800 Moguer, Huelva, España. Es fácilmente accesible tanto para visitantes locales como para aquellos que viajan desde otros lugares del país o del extranjero.

Características: El museo, que fue la antigua casa de los padres de Juan Ramón Jiménez, ha sido cuidadosamente restaurado para preservar su atmósfera y esencia originales. Al visitar este lugar, los turistas tienen la oportunidad de adentrarse en la vida y obra del poeta, a través de las habitaciones que ocupaba, su biblioteca, su estudio y los numerosos objetos y documentos que lo rodeaban. Además, el jardín que rodea la casa está diseñado con flora y elementos inspirados en sus poemas y escritos.

Especialidades:

• Lugar de interés histórico
• Fundación
• Fundación de investigación
• Atracción turística

Otros datos de interés:

• Aparcamiento adaptado para sillas de ruedas
• Adecuado para niños

Opiniones: La Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez tiene una excelente reputación entre los visitantes. Según Google My Business, la empresa tiene 1059 valoraciones con una calificación media de 4.6/5, lo que demuestra el alto grado de satisfacción de los visitantes.

👍 Opiniones de Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez

Elisa R.

4/5

Una joya poética abandonada por las instituciones Como amante del patrimonio y la literatura, visitar la Casa Museo de Juan Ramón Jiménez en Moguer ha sido, en muchos aspectos, una experiencia emocionante. Caminar por las estancias donde se escribió Platero y yo, contemplar los objetos personales del Nobel y de su extraordinaria esposa Zenobia Camprubí, es adentrarse en una historia de amor, arte y compromiso con la palabra. La visita, además, fue guiada por una profesional excepcional, verdadera guardiana del legado juanramoniano. Su conocimiento, sensibilidad y pasión elevan la experiencia. ❗Pero aquí acaba lo bueno. Porque el estado de abandono y dejadez en el que se encuentra el edificio es, sencillamente, vergonzoso. Adjunto imágenes que no dejan lugar a dudas: • Lámparas colgando de cables desnudos y techos agujereados. • Instalaciones eléctricas expuestas, cables sueltos en las paredes como si se tratara de un local en obras. • Paredes abiertas, puertas inutilizadas, zonas del museo que parecen más una obra paralizada que un lugar de culto a la cultura. ¿Esta es la forma en que se cuida el patrimonio de un Premio Nobel de Literatura? ¿Así es como se honra a una figura clave de las letras universales? Las instituciones —las mismas que luego se llenan la boca en discursos públicos proclamando su amor por la cultura— han abandonado su responsabilidad más básica: conservar y proteger el legado material de nuestro pasado. No basta con ruedas de prensa y campañas vacías. Hace falta inversión real, voluntad política y respeto por lo que Juan Ramón representa, no solo para Moguer, sino para España entera. Como turista cultural, como ciudadana que paga impuestos, y como lectora agradecida de Juan Ramón y Zenobia, exijo una actuación inmediata. La Casa Museo no merece este trato. Moguer no lo merece. Y la cultura española, menos aún.

Juanop

5/5

Es una casa museo muy acogedora con una recreación muy conseguida respecto a la vivienda del poeta y su esposa. Tienes mucha información en cada detalle si eres observador. Merece la pena sin duda por poco más de 3 euros por persona.

José J. R.

5/5

Un escritor mayúsculo en español y una traductora pionera hicieron de esta casa un museo imprescindible para todo el mundo y en especial para quienes crecimos aprendiendo con dictados de Plstero y yo.

Juan L. L. H.

5/5

Visita maravillosa. Casa con mucho encanto, muy bonita, con objetos personales de Juan Ramón Jiménez y su esposa Zenobia, traídos de su casa de Madrid, donados por él mismo. Puedes visitarla sin ninguna prisa, tiene dos patios muy bonitos y la perdona que está atendiendo en la entrada muy amable y simpática, explicando después de ver un video, varios datos de la vida de Juan Ramón Jiménez, desde su infancia hasta que murió. Lo dicho totalmente recomendable la visita. Paseamos por el pueblo un rato y merece la pena verlo, es muy bonito.Eso sí, yendo en coche , es muy muy difícil aparcar.

Carlota

5/5

Tuvimos suerte, llegamos y no había gente. Durante un rato estuvimos solos paseando por las estancias. Pasamos un rato agradable. La casa es preciosa y el patio agradable y con una fuente que refresca el ambiente e invita a sentarse y leer un buen libro. O dormir una siesta bajo su sonido relajante....😉

Alicia D. P.

3/5

Qué tristeza ver cómo la Casa Museo de Juan Ramón Jiménez, uno de los mayores orgullos de Moguer y de la literatura española, se encuentra tan descuidada. La visita fue interesante gracias al equipo humano, pero el espacio está lleno de desperfectos y parece que nadie se hace cargo. Mucho discurso cultural, pero cero acción real. Una auténtica decepción.

Daniel B. E.

5/5

He visitado con muchísima ilusión la casa donde se escribió Platero y yo, un lugar cargado de historia y poesía. La guía fue estupenda, verdadera apasionada del legado de Juan Ramón y Zenobia. Pero el estado del edificio es inadmisible: cables colgando, instalaciones rotas, paredes abiertas… ¡Parece un sitio abandonado! ¿Cómo puede permitirse algo así en la casa de un Nobel? ¿Dónde están las instituciones que tanto presumen de apoyar la cultura? Esto no es solo una falta de mantenimiento, es una falta de respeto al patrimonio literario de este país.

Yolanda S.

4/5

Casoplón que tenía la familia. Era la casa de los padres que convirtieron en museo. Está muy bonita. Explican muy bien todo. Tiene rampas y ascensor, baños limpios y audio guía. Merece la pena si se está por la zona de Huelva. Compramos la entrada combinada con el convento. Más barato y ambas visitas están cerca y merecen la pena.